El virus se propaga, fundamentalmente, a través de las gotas respiratorias (aerosoles) y por el contacto directo con las secreciones infectadas. La situación sanitaria causada por la epidemia del COVID-19 provoca preocupación entre todos los profesionales sanitarios.
Se ha confirmado que el patógeno puede transmitirse de persona a persona a través de las gotitas de flugge (hasta 1 metro de distancia).
A fecha de hoy, en el mundo se han detectado 80.000 casos y se han contabilizado 2.625 fallecimientos.
Se comienda adoptar precauciones como las de reforzar las medidas universales de prevención en lo referente a la atención a los pacientes odontológicos. Hay que tener en cuenta que en su ejercicio profesional el riesgo de aspiración de aerosoles es muy elevado y la distancia de trabajo, habitualmente, es inferior a un metro.
Recomendaciones concretas
Para los profesionales sanitarios que están sometidos a un riesgo de generar aerosoles (como es el caso en Odontología), se recomienda el uso de mascarillas FFP2 valvuladas. Asimismo, en caso de seguir utilizando la mascarilla quirúrgica habitual, se recomienda cambiarlas cada 2 horas para evitar su deterioro y pérdida de eficacia.
Por otro lado, deben usarse guantes, bata y protección ocular ajustada, además de proceder a un minucioso lavado de manos antes y después de atender al paciente. La higiene del espacio también debe cuidarse. De hecho, todas las superficies de trabajo y del entorno del paciente deben ser inmediatamente limpiadas y desinfectadas. Puede usarse, por ejemplo, una solución de hipoclorito sódico que contenga 1.000 ppm de cloro activo (dilución 1:50 de una lejía con concentración 40-50 gr/litro preparada recientemente).
Estos virus se inactivan tras cinco minutos de contacto con desinfectantes normales como la lejía doméstica. Además, debe seguirse escrupulosamente con todas las normas universales de desinfección y esterilización habituales.
Para ayudar a prevenir la transmisión de todas las infecciones respiratorias, las prácticas dentales deben cumplir con las medidas de control de infecciones de higiene respiratoria / seguir los protocolos para toser o estornudar ( hacerlo en el codo), como realizar higiene de manos, proporcionar pañuelos desechables y receptáculos sin contacto para tirar los pañuelos usados y ofrecer máscaras faciales a los pacientes tos Los consultorios dentales también deben seguir las estrategias de limpieza y desinfección de rutina utilizadas durante la temporada de gripe.
El personal dental que evalúa a un paciente con una enfermedad respiratoria similar a la gripe u otra debe usar una mascarilla quirúrgica desechable, guantes no estériles, bata y protección para los ojos para evitar la exposición. Debido a que las recomendaciones para COVID-19 podrían cambiar a medida que haya más información disponible sobre la enfermedad, se sugiere buscar actualizaciones en la página de control de infección por coronavirus de los CDC ( clickear aqui en cdc) para profesionales de la salud.( esta en ingles)
Los CDC recomiendan que todos los trabajadores de la salud, incluidos los dentistas y el personal, reciban la vacuna contra la gripe, y el personal que padece una enfermedad similar a la gripe no debe presentarse a trabajar.
¿Qué hacer antes de atender a un paciente?
Antes de atender a un paciente deben tenerse en cuenta los criterios epidemiológicos y clínicos internacionales del nuevo coronavirus 2019-nCoV.
Criterios epidemiológicos:
- Cualquier persona con historia de viaje a la provincia de Hubei, China, en los 14 días previos al inicio de síntomas.
- Cualquier persona que en los 14 días previos a la aparición de sus síntomas haya estado en contacto estrecho con un caso probable o confirmado.
Criterios clínicos:
- Cualquier persona con síntomas clínicos compatibles con una infección respiratoria aguda, de cualquier gravedad, que presente fiebre y alguno de los siguientes síntomas: disnea, tos o malestar general.
Ante un paciente que presente, al menos, un criterio epidemiológico acompañado de, al menos, un criterio clínico, debe procurarse demorar el tratamiento dental (salvo urgencias, lógicamente,) hasta el esclarecimiento del caso, remitiéndolo a su médico de familia con el correspondiente informe de sospecha. En estos casos se recomienda colocar una mascarilla quirúrgica al paciente antes de derivarlo.