Tal vez muchas veces no registramos (de forma conciente) que hay “algo en el aire” cuando entramos a una tienda. Ese “algo” puede estar tratando de covencernos de comprar algo.
Esta fuerza invisible se llama esencia de mercado, un concepto utilizado en Europa, Estados Unidos y Asia. Han surgido recientemente en el mercado, empresas que se dedican a desarrollar aromas que se esparcen en alguna tienda, que hacen que el cliente permanezca ahí por más tiempo y se sienta estimulado a realizar alguna compra.
Este servicio que ofrecen las empresas a tiendas importantes, al parecer ha dado excelentes resultados como estrategia de marketing. Muchas tiendas contratan a estas empresas especializadas en aromas para crear un aroma que refleje la esencia de cada compañía. Por ejemplo, para una empresa china que fabrica relojes de alta gama, se desarrollo un aroma a base de té verde, en busca de reflejar la identidad china de la empresa.
Los especialistas en la materia explican el éxito de esta estrategia con una simple pero contundente frase: “Cuando ves un reloj, es fácil olvidarlo. Pero cuando hueles algo, se te graba en la mente”.
Si bien los datos aún no permiten asegurar que el aroma haya influido directamente en el incremento de las ventas, lo que si es palpable es como el aroma relaja a los clientes. Vemos que los clientes están dispuestos a permanecer más tiempo en la tienda, especialmente en el área cercana a donde está el difusor de aroma. Se puede conversar con ellos durante más tiempo y así aumentar las posibilidades de concretar una venta. Al personal también le agrada. Los trabajos que consisten en ventas y atención al publico pueden genera estrés, así que el aroma ayuda a disminuir la tensión en el personal.