Este informe indica que 9 de cada 10 personas saben que la salud oral está conectada a su salud en general, pero hasta ahí llega su comprensión. Las personas de 45 a 64 indican que su salud dental es de regular a pobre y sin embargo, no visita regularmente al dentista para sus afecciones dentales crónicas. ¿Qué? Eso sólo parece ir en contra del sentido común. Casi dos tercios (67%) admite que sus condiciones dentales son crónicas y necesitan tratamiento serio.
No es de extrañar, ya en gente de edad, que el porcentaje de personas que informaron que su salud dental es de excelente a muy buena salud cayó – las edades 26 a 34 estaban en 63%; 35 y 44 a 55%; 45 y 54 a 33%; y 55 y 64 a 31%.
Los padres a menudo ponen adelante la salud oral de sus hijos antes de la suya propia. Aquí está la esperanza de que los niños aprendan la importancia de visitar al dentista y continuar la atención dental a medida que envejecen, a diferencia de muchos de sus padres. Ochenta y seis por ciento de las personas que recientemente fueron al dentista se dieron cuenta que el cuidado es valioso y un buen uso del tiempo, sin embargo, todavía no visitan al dentista dos veces al año.
La realidad es que todos tenemos interés en mejorar los resultados de salud oral. El cuidado dental regular puede traducirse en ahorros en dólares médicos. Por ejemplo, un estudio de 2013 de una importante prepaga descubrió que se hubieran ahorrado un promedio de $1,300 dolares anuales si las personas con diabetes hubieran recibido la atención periodontal adecuada. Los ahorros médicos con respecto a otras condiciones como enfermedades del corazón eran aún más altos.
¿Moraleja de la historia? Realmente no se puede predicar a sus pacientes demasiado. Tal vez los miembros del equipo dental serán los que consigan llegar a las nueve de cada 10 personas que dicen que saben acerca de la conexión de la vía oral-sistémica, y ahora van a saber realmente lo que eso significa.