No existe el cronograma de pacientes perfecto. La realidad es que va a haber alteraciones a lo largo del día, es por eso que se requiere de una concentración constante para manejarlas adecuadamente. Una vez que te des cuenta de que el día ideal no existe, te sentirás mucho más aliviado. Así, podrás aprender a dejar de frustrarte, y manejar las alteraciones en el cronograma con rapidez, eficacia y una actitud positiva. Esto hará que aprendas la importancia de convertir las emergencias en examenes completos que incluyan tanto higiene como trabajo del profesional. Manejarte tú tiempo en lugar de añorar una agenda sin defectos hará una gran diferencia.
No le tengas miedo al fracaso, porque el miedo es paralizante. Puede que muchos dentistas piensen que si cometen un error, los pacientes no los van a querer. O piensan que si les dicen algo que no quieren escuchar, los paciente no van a volver, o van a pensar mal de ellos. Enfrentarse cara a cara con el miedo al fracaso (en cualquier área, desde hablar en público hasta presentarle un plan de tratamiento a un paciente) es muy importante. Si no estás fracasando en algún punto, entonces seguramente no estés arriesgándote lo suficiente. Buscar desafíos constantemente y aprender a no temerle al fracaso te permitirá crecer como profesional, como equipo, como persona y como consultorio.
La comunicación es esencial. Para mantener a un consultorio andando, la comunicación es vital. Cuando un consultorio pasa por un mal momento, mejorar la comunicación tanto con los pacientes como con el equipo es el paso más importante que hay que tomar para empezar a mejorar las cosas. Cambiar tus métodos de comunicación puede aumentar tu número de pacientes y mejorar la primera impresión de tu consultorio en general. Tambien puede ayudar a reducir el número de ausentes sin aviso y aumentar el número de aceptación de tratamientos. Además, un equipo que se comunica de manera fluida, podrá brindar un cuidado mucho mejor y organizado.